de El Marian
Amasijo de carnes y desperdicios. Pibe de calle en la calle y perro callejero en la pared. Un revuelto de calor en carne viva que denuncia y visibiliza lo que transcurre a nuestro lado, lo observemos o no. Adicción neorrealista, pobreza o abandono que el estatus de arte esconde en su perversa belleza. Un guachín que aspira a una vida mejor. Un nido perruno que arrulla su sueño químico.
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Amasijo de carnes y desperdicios. Un guachín que aspira a una vida mejor. Un nido perruno que arrulla su sueño químico.Volver a Murales